Para ser buenos profesionales, no solo debemos tener el conocimiento propio de nuestra profesión, que es lo que nos hará aptos para desarrollarla, sino que también actuar con una capacidad moral y ética adecuada, que habla de nuestros deberes , derechos y límites. Además, es importante tener en consideración la confidencialidad, responsabilidad y excelencia en la labor como fonoaudiólogos para brindar a nuestros pacientes.
Como profesión se entiende, la capacidad calificada, exigida y requerida por la sociedad para destinarla a un bien común, lo que debe estar complementado con las cualidades y valores personales. Sólo en el momento en que integramos cada uno de estos conceptos, podemos ejercer de buena manera esta profesión, la Fonoaudiología, que es un servicio basado en la moral.